Entidad terrenal que bebe de la podredumbre de la memoria y transforma la ruina en poder
El Tentáculo no nació: se gestó en grietas donde la vida se quebró y la muerte no alcanzó a cerrar su obra. Allí, en el silencio húmedo de la tierra, se enredó con un nombre prohibido: Zhaq-Quor, demonio hundido, casi borrado de los grimorios.
Zhaq-Quor es el que se arrastra bajo las ruinas, el que aprieta con raíces invisibles hasta asfixiar. Susurros dicen que cada Tentáculo es solo un brazo suyo, extendido desde planos donde ya no hay luz ni tiempo.
Por eso su huella es más que sombra: es la mordida de un demonio que pocos conocen, y menos aún se atreven a nombrar.