¿Para qué sirve? Desviar, corroer y sellar los caminos de una persona o red: lo económico, lo sentimental y lo social. Gaap no cierra: enreda, degrada y manipula su destino. Es rápido, efectivo y exige control absoluto.
Llamar a Gaap es dejar que el engaño trabaje por ti. Su poder se infiltra en la mente del objetivo, vuelve sus pasos torpes, sus alianzas sospechosas y sus palabras armas contra sí mismo. No es sutil, es despiadado: su energía contamina lo que toca hasta que el destino del objetivo se colapsa por sus propias manos.
Coloca a Gaap en el centro del altar. Rodea con velas negras y sitúa la vela gris cerca del foco. La foto del objetivo a la derecha; el cuchillo delante; el cuenco y el alcohol a mano. Habla lo justo: la voz se reserva para la orden.
Ritual de manipulación directa. Gaap responde rápido y con precisión, pero exige pago justo. Sin cierre y sellado apropiado el eco puede volver contra ti. Si no sabes trabajar con energía corruptiva, no lo intentes. Usa trabajos de protección antes de realizar el ritual.
Actúa solo si estás seguro, preparado y dispuesto a asumir el precio. Gaap da lo que pides: si pides ruina, su ruina vendrá. Si dudas, utiliza trabajos de protección o pide que Gaap desplace lo negativo sin quebrar vidas.