En el mundo esotérico, el hielo es reconocido como un potente aliado para diversos rituales, adaptando su función según la necesidad. En esta ocasión, presentamos un ritual especializado en utilizar el hielo como conducto para disolver tanto dolores físicos como del alma. Este procedimiento es ideal para quienes enfrentan migrañas, artritis, úlceras estomacales, dolencias físicas en general, así como para aquellos que atraviesan momentos de depresión, tristeza o pérdida.
Es importante recordar que, aunque este ritual puede ofrecer alivio, siempre se debe buscar el consejo de un médico o profesional para tratar la causa subyacente de cualquier condición.
Este ritual puedes hacerlo con la frecuencia que sea necesaria, su energía es de acumulación y va actuando cada vez con más potencia, se recomienda hacerlo 1 vez a la semana hasta notar mejoría.
Necesitarás:
Fotografía de cuerpo entero de la persona a tratar.
3 velas verdes.
Trozos de hielo de tamaño manejable.
Incienso o sahumerio, preferentemente de jazmín.
Comienza encendiendo el incienso para purificar el ambiente y concentrar la energía curativa. Coloca la fotografía en el centro de tu espacio de trabajo.
Alrededor de la foto, dispón las tres velas verdes formando un triángulo, asegurándote de dejar espacio suficiente entre ellas y la imagen para trabajar cómodamente con el hielo.
Enciende las velas de izquierda a derecha, pronunciando con cada una: "Por el bienestar de [nombre y apellido de la persona]".
Sitúa cuidadosamente los trozos de hielo sobre la zona afectada en la fotografía. Si el dolor es físico, coloca el hielo directamente sobre la parte del cuerpo en cuestión. Para dolores del alma, el hielo debe ir sobre el corazón.
Mientras el hielo reposa sobre la foto, pasa la varilla de incienso sobre el altar, entre las velas y la fotografía, recitando el siguiente encantamiento:
"Así como el hielo se derrite, el dolor desaparece.
Así como el hielo se transforma en agua, el dolor se transforma en alivio.
Que el frío arranque lo que le aqueja,
que el fuego le traiga bienestar."
Espera a que el hielo se derrita completamente. Una vez finalizado, apaga las velas de forma segura y recoge todos los elementos usados. La fotografía puede ser guardada como símbolo del proceso de sanación.
Nota: El incienso de jazmín se sugiere por sus propiedades purificadoras, Sin embargo, puedes usar otro tipo de incienso o sahumerio que sientas que resuena más contigo y tu intención.
puedes realizar el ritual en nombre de otra persona, siempre y cuando tengas su fotografía de cuerpo entero y nombre completo